Un profeta ambulante en China

Un profeta ambulante en China

1859-12-04

"En las ciudad más populosas se encuentran a cada paso cuadros como el que representa nuestra lámina". Así comenta su portada El Mundo Pintoresco. Calificándolo de "charlatán" con "más de gitano que de sabio chino", el semanario contextualiza la ilustración en su presente informativo, marcado por noticias que llegan de China (la segunda Guerra del Opio) acaso por primera vez.

Los lectores de El Mundo Pintoresco tendrán noticia ya por la prensa política de los extraños misterios de la civilización china, que hoy se están revelando al mundo por primera vez. Misterios los hemos llamado; y con efecto, presenta la vida intelectual de aquel pueblo apartado de la civilización europea desde el principio de los siglos, unas contradicciones tan singulares, que son la desesperación del filósofo que los estudia. Nuestros lectores habrán visto, por ejemplo, en artículos recientemente publicados en todos los periódicos de España, que la ciencia en China es el elemento supremo, acaso el único, para llegar a los más altos puestos del Estado. Todos los empleos se dan por oposición pública y solemne; y así no hay nada más frecuentemente en China, que ver pasar a un mancebo de una tienda desde su mostrador al mando de una provincia. Véase, pues, sino es una singularidad muy extraña que un pueblo que tales rasgos de verdadera sabiduría presenta, de a los charlatanes y a las ciencias ocultas una grande importancia.

"Un profeta ambulante en China", El Mundo Pintoresco, año II, Nº. 49, 4 de diciembre de 1859 / Biblioteca nacional de España.