Bernardo Jacinto de Cólogan

Retrato de Bernardo Cólogan

Autor: Xavier Ortells-Nicolau

Bernardo Jacinto de Cólogan y Cólogan (La Orotava, 13 de enero de 1847 – Madrid, 30 de julio de 1921) fue el Ministro Plenipotenciario de España durante la crisi bóxer, en verano de 1900.

La primera estancia de Bernardo Cólogan en China tuvo lugar entre mayo de 1868 y abril de 1969, en calidad de “joven de lenguas” a cargo del embajador José Heriberto García de Quevedo. Tras un periodo como secretario de la embajada de Constantinopla (Imperio Otomano), primer secretario en México (1875 – 1881) y encargado de negocios (1881 – 1893) y ministro (1893 – 1895) en Colombia, Cólogan regresó a China  en septiembre de 1895 en calidad de Ministro de España

Tras una breve excedencia en España por cuestiones de salud, en 1897 Cólogan vuelve a China, esta vez acompañado de Fernando de Antón del Olmet (quien escribiría en 1901 El problema de China) en calidad de tercer secretario en comisión en el Ministerio de Estado. En aquel momento ya se encuentran con los primeros síntomas de lo que devendría la crisis de los bóxers. El 13 junio de 1900 empezaron las hostilidades contra las Legaciones y el día 20 el ministro alemán von Ketteler fue asesinado mientras se desplazaba para negociar al Zongli Yamen, lo que desató los enfrentamientos de forma abierta. Cólogan, el único español que permaneció en el barrio, se refugió durante el asedio en la Embajada de Francia.

Los ministros de las potencias extranjeras abandonan la Legación española tras una reunión

Los negociadores del protocolo bóxer frente a la Legación española

Tras el final del asedio y el sofocamiento de los bóxers, Cólogan, decano de los diplomáticos extranjeros y embajador de un país prácticamente sin intereses en China, fue elegido para dirigir las negociaciones. Antón del Olmet describió esas sesiones:

en la casa del ministro, les esperaba el decano, el Sr. Cólogan, siempre cariñoso, siempre conciliador, amable, servicial, activo, inteligente, verdadero padre del Cuerpo Diplomático. Yo solía ayudarle preparando los papeles en el salón en el que se verificaban las reuniones. Luego me retiraba cuando los jefes de Misión empezaban a llegar. Y, el Sr. Cólogan, alto, ligeramente encorvado como si le abrumara el dolor de la ausencia de su familia adorada, sencillo en el vestir, pero con aire de gran señor haciendo los honores de su castillo en el campo, los recibía estrechándoles sus manos. (La Época, 5 de agosto de 1900) 

Las reclamaciones españolas en la negociación del Protocolo dan muestra de lo menguado de los intereses españoles en China en la época. Cólogan transmitió los casos de “Gabriel Pons, contratista en el ferrocarril Shanghai- Pekín, que se vio obligado á suspender los trabajos a causa de la insurrección. Otra es la del ingeniero Sr. Martín, empleado ál servicio de una compañía belga, concesionario de un ferrocarril, el cual ha sufrido también grandes perjuicios por la suspensión de los trabajos” (La Correspondencia de España, 13 de agosto de 1901).

 Tras casi un año de negociaciones, el 7 de septiembre de 1901 los países extranjeros llegaron a un acuerdo para el Protocolo bóxer, también llamado Tratado de Xinchou, que fijaba una indemnización global de 450 millones de taeles (67.500.000 dólares), de la que los máximos beneficiarios fueron, por este orden, Rusia, Alemania y Francia. La indemnización que recayó a España, la menor de todas, fue de 388,055 taeles (0.03% del total)

Antón del Olmet, que regresó a España a finales de 1900, publicó en La Ilustración Española y Americana dos páginas recibidas desde China con las firmas de Bernardo de Cólogan y de Li Hongzhang, además del sello de la legación de España. En la página derecha, remató con unos compases del vals “Los Bóxers” compuesto por Cólogan durante el asedio. También redactan algunas líneas el ministro italiano Salvago Raggi y el vicario apostólico de Beijing, monseñor Alphonse Favier.

Tras abandonar China, Cólogan ocupó el puesto de ministro plenipotenciario en Tánger (1902 – 1905), representante de España en Washington (1905 – 1907),  Embajador en México (1907 – 1914) y en Argentina (1914 – 1915).

Durante su estancia en Beijing, Cólogan compuso un álbum de recuerdos, que incluye fotografías, autógrafos dedicados, recortes, etc. El álbum ha sido reproducido por Carlos Cólogan Soriano, bisnieto del hermano mayor del embajador, en Bernardo Cólogan y los 55 días en Pekín, donde Cólogan Soriano, adoptando la voz del embajador, narra su vida y sus diferentes puestos diplomáticos  (México, Colombia, China), reservando una especial atención a su actuación durante la revuelta bóxer de 1900, el asedio al Barrio de las Legaciones de Beijing y su crucial papel durante las negociaciones del Protocolo.

 

Referencias

  • ANTÓN DEL OLMET, Fernando. "Cosas chinescas. Historia de la hoja de un álbum", La Ilustración Española y Americana, Nº. 48, 30 de diciembre de 1900.
  • ANTÓN DEL OLMET, Fernando. "Los miembros del cuerpo diplomático de Pekín", La Época, año LII, Nº. 18,015, 5 de agosto de 1900.
  • ANTÓN DEL OLMET, Fernando. El problema de la China: Ensayo. Madrid: Imprenta y Litografía del Depósito de la Guerra, 1901.
  • CÓLOGAN SORIANO, Carlos. Bernardo Cólogan y los 55 días en Pekín. Gobierno. Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, 2015.
  • ROCKHILL, William Woodville. Report of William W. Rockhill, late commissioner to China, with accompanying documents. Washington: Government Printing Office, 1901.

 

 

Citación recomendada

Ortells-Nicolau, Xavier. “Itinerario: Bernardo J. de Cólogan”, Archivo China-España, 1800-1950, [fecha de consulta], http://ace.uoc.edu/exhibits/show/galeria-de-personajes/bernardo-jacinto-cologan